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miércoles, 17 de octubre de 2012

¡Que fácil es diagnosticar TDAH! (cuando no se tiene ni idea)


Esta entrada es difícil porque no es mía. Eduardo Barca Enríquez, del que abajo pongo el mail, me ha cedido amablemente las diapositivas que preparó para la charla de Lanzarote y me permite exponerla en "formato entrada". Un formato mucho más pobre que la charla con él, ya que esta charla nos desveló años de preparación y de trabajo atento. Muchas veces los "años de trabajo" no sirven para nada, sino son años de trabajo atento. El que más pacientes ve es el portero del hospital, pero no es el que más sabe. La mirada atenta y el estudio posterior, con su reflexión es la que distingue al profesional formado. En la ponencia de Eduardo vimos una  reflexión que solo se consigue con atención y estudio.

La ponencia fue amplia y me centraré únicamente en la parte del "diagnóstico diferencial" del TDAH. En otras ocasiones hemos criticado como, en un salto cualitativo, se pasa del síntoma a la enfermedad, y el niño movido se designa con un polisílabo (hiperactivo) que pasa rápido a un acróstico (TDAH). Pero el camino no es tan fácil ni sencillo si se hacen bien las cosas. El que solo conoce una enfermedad, diagnosticará a todo el mundo de esa enfermedad (como los digestólogos de hace siglos, cuando todo era cólico miserere). Lo que me recuerda la frase que leí aquí: ” Es sorprendente con que pocas lecturas puede un médico practicar la medicina, pero no es sorprendente lo mal que lo hará”

Las tres conductas características de inatención, hiperactividad e impulsividad se pueden valorar también como alteraciones del control atencional, de la autorregulacion e hiperreactividad frente a los estímulos. Esta segunda denominación esta más abierta a buscar un porqué.
Si existe inatención, o lo que es igual: pobre control atencional, puede ser que exista:
Un daño neurológico, quizás causado por problemas de parto, de embarazo, o perinatales… También puede existir un trauma temprano (lo que explica su elevada frecuencia en niños institucionalizados), o una disociación (trauma simple, trauma complejo…) o Dificultades de Aprendizaje Específicas lectura, escritura, cálculo, comprensión, expresión, altas capacidades) o trastornos del desarrollo en su amplio espectro, o un tempo cognitivo lento (denominado con el nombre de “sluggish” que parece sacado de un termino sacado de un libro de Harry potter) o un déficit cognitivo acumulado (este concepto requiere otra entrada) o una desincronía o retraso en el desarrollo (sensorial, perceptivo, motriz) o, y esto hay que recordarlo, simplemente un estado de ánimo depresivo por efecto de un ambiente poco favorecedor.

Si existe hiperactividad, lo que suele suceder es que hay una pobre autorregulación y esto se puede deber a un SEPTi (Síndrome de estrés postraumático infantil), Dificultades Emocionales de la Conducta Relacional (emoción, empatía, interpersonal…) o trastornos del procesamiento sensorial, perceptivo y/o motriz, una falta de habilidades parentales suficientemente buenas (J. Barudy) a un trastorno del vínculo –modelo de apego o que exista un estado de ánimo ansioso por el contexto en el que está.

Si hay una impulsividad, es decir una hiperreactividad al medio, habría que buscar los modelos  parentales, igual el niño simplemente reacciona como ve que se hace en su casa o es un trastorno de conducta aislado, o dentro de un trastorno negativista desafiante o un trastorno oposicionista, o es un gilles de la Tourette  que tan de moda estuvo hace años y de quien ya nadie se acuerda, o puede ser trastorno antisocial – disocial, o un trastorno límite de la personalidad (como expone Lasa en este articulo) o un trastorno de apego reactivo

No es tan sencillo como "se mueve mucho es un TDAH dale una pastilla". Por que esa pastilla, ese diagnóstico que lo acalla, nos impide ver la causa real.

Nada más me queda que recordar que también existen causas médicas y algunos fármacos que pueden dar las clínicas arribas descritas.
Hay que reconocer la dificultad del diagnóstico en los niños, y agradecer a Eduardo su generosidad al pasarme las diapositivas 



Eduardo Barca Enríquez             @: eduardobarca@centroalen.org

2 comentarios:

Jordi Badia dijo...

Un gran hombre Eduardo y lo has descrito perfectamente: años de trabajo atento. Te doy las gracias por compartir con todos su aportación en el seminario.
Abrazos.

Eduardo Barca dijo...

Gracias por vuestras amables palabras en un tema tan controvertido. No es fácil aceptar nuevas vías e hipótesis cuando la ciencia del martillo (...esa que todo lo que ve son puntas!) solo piensa en buscar cabezas de hierro más fuertes... hasta que rompen el tornillo, o la alcayata o la tuerca... (porque no todos son puntas).

Si que estoy con vosotros con alguna entrada antigua que habíais señalado que "algo está cambiando", por lo menos no lo tienen tan fácil como cuando el MTF era como la insulina (algo que ahora ya no dicen ya que se van reciclando y mejorando el marketing) y de una u otra manera se presiona para que las cosas se hagan mejor...

Y los padres son los que más se deben preparar en esta ardua tarea...

Gracias nuevamente a ti Jordi, por permitirme conocer a Miguel, y a Punset por "presentarnos", y a ti Miguel por tu generosa valoración de este compendio de mis notas de años (en eso no te equivocas...)

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